El género Crocus consta de 88 especies repartidas por Europa y Asia, aunque la mayoría son originarias de Turquía y los Balcanes. El nombre Crocus hace referencia al vocablo con el los romanos designaban al azafrán. Este género pertenece a la familia Iridaceae y está compuesto por plantas perennes cuyo órgano de reserva es un cormo que, varía en tamaño y forma entre las diferentes especies. Son plantas pequeñas, cuyas flores no superan los 15 cm de altura, aunque las
hojas pueden ser considerablemente más largas. Las hojas de todas las especies
presentan una característica estría blanca central que permite identificarlas
fácilmente. Estos tépalos presentan coloraciones principalmente blancas, amarillas y violáceas. Las flores, acampanadas, poseen 6 tépalos distribuidos en dos verticilos de 3, siendo los externos ligeramente más grandes que los internos. Asimismo, los tépalos están unidos en su parte inferior formando un tubo muy largo, que emerge desde el suelo. Las flores son regulares y
hermafroditas, tienen 3 estambres y las anteras pueden ser amarillas, blancas o
negras. El ovario es ínfero y trilocular, con lóculos pluriovulados. El estilo se extiende por el centro
de la flor entre las anteras y se halla dividido en 3 o más ramas. El tipo de
ramificación del estilo es una característica importante para distinguir las
diferentes especies.
La polinización en Crocus es
entomófila y la llevan a cabo abejas, avispas y mariposas. El ovario es
subterráneo y, a medida que las semillas van madurando, es empujado hacia
arriba por el tallo que se va elongando. De este modo las semillas en
desarrollo quedan protegidas de los herbívoros hasta el momento en que se
hallan listas para su dispersión. Las semillas en general ya están maduras en
el momento en que las hojas se secan. El fruto es una cápsula dehiscente por
tres valvas. Algunas especies florecen en el otoño, antes, conjuntamente o después de que emerjan las hojas, otras florecen en el invierno y, finalmente, otras lo hacen en la primavera. Muchas de ellas tienen gran importancia económica por utilizarse como plantas ornamentales (Crocus vernus). Sin embargo, es el azafrán, la especie más representativa del género por su extraordinario valor como condimento culinario.
- Crocus sativus:
El azafrán es una planta que florece desde finales del verano y durante el otoño, cuando sus hojas ya han brotado. Sus flores, de color lila, poseen un estilo que se prolonga en tres largos estigmas claviformes de intenso color rojizo.
El azafrán es la especia más cara del mundo. Se necesitan unas 800.000 flores para producir 500 g de estigmas o "hebras de azafrán", después de haber sido secados y ligeramente tostados. Así, su cultivo, la recolección manual y el laborioso proceso que ha de seguirse para su secado y su tueste contribuyen al alto coste que esta especia alcanza en el mercado.
Su origen es desconocido, aunque se cree que fue utilizado por primera vez en Mesopotamia alrededor del año 3300 a.C., y de ahí fue introducida en Europa y la cuenca mediterránea donde es cultivada desde muy antiguo, como lo demuestra un fresco hallado recientemente en la isla griega de There, datado hacia el 1.500 a.C. (ver la foto arriba)en el que se aprecia una joven recolectando flores de esta especie. Actualmente se produce en varios países como España, Grecia, Turquía, Egipto, Irán y Cachemira (India). En la Península Ibérica, donde se cultiva desde el siglo X, fue introducido por los árabes. Tradicionalmente se han utilizado sus estigmas secos con distintos fines (medicinales, aromáticos, tintóreos...) Actualmente, su uso como especia es el más extendido y tiene un destacado valor comercial en nuestro país, donde se cultiva tradicionalmente en Castilla la Mancha, Cataluña y Comunidad Valenciana, además de en otros territorios.
En la colección sistemática del jardín, podemos disfrutar cada otoño de la vistosa floración de un pequeño grupo de especímenes de Crocus sativus, así como de otras especies del mismo género.